Deporte en tiempos de COVID-19: "No puedo entrenar ni competir".


     Siendo realistas: la situación de aquellos que no pueden entrenar ni competir es la peor de todas. Es muy dura, es frustrante y, en resumen: es un auténtico asco. Pero en fin, ¿qué os podemos decir? Este año accidentado está siendo el que es y, aunque a nadie le guste vivir algo así, no nos queda más remedio que adaptarnos a las circunstancias. De hecho, es que el que más se adapta al contexto termina convirtiéndose en el más fuerte... 
    Como todos sabéis, no todos los deportes han podido volver a sus lugares de entrenamiento. Hay muchos clubes cuyas instalaciones dependen de instalaciones municipales que aún no han abierto, y escuelas que no pueden continuar con sus clases porque sería sencillamente inviable. Ya no se trata de que las competiciones se hayan cancelado, sino de que el deporte de estas personas también está cancelado... 
    O eso podría parecer. Porque veréis, hay más formas de seguir entrenando. 
    A todos aquellos que os encontréis en esta situación: en primer lugar os queremos decir que es perfectamente normal sentir eso que probablemente estáis sintiendo. El parón que habéis sufrido es muy largo, y emociones como la impotencia o la ira son las que deberíais sentir en estos momentos. Todas las emociones que tenemos sirven para algo, y pueden ser positivas. La ira, por ejemplo, es la que aparece cuando un obstáculo se interpone entre nosotros y nuestros objetivos, y aunque en general no la consideramos una buena emoción, lo que hace es darnos más energía para derribar este obstáculo. Tendremos que aprovechar de alguna forma estas pilas extras, ¿no? Aunque, no lo olvides: que no te apetezca entrenar, no es motivo para sentirse culpable, ni mucho menos martirizarte. Ya hemos dicho que un descenso de la motivación en circunstancias así es muy normal, no obstante... Aprovechar el tiempo nunca es motivo para sentir arrepentimiento
    Que no puedas entrenar no significa que tengas que estar parado. Es casi como cuando llega una lesión, que también es algo que nos encontramos sin haberlo buscado. Pero las lesiones no pueden pararnos, ¿verdad que no? Evidentemente, tenemos que adaptarnos a la nueva situación... ¿Pero no hemos dicho algo acerca de ser más fuertes un poco más arriba? Es cuestión de cambiar nuestros objetivos a la nueva situación, pero esto es algo perfectamente posible. Y es que un día sin entrenar es un día sin mejorar... 
    Dadas las circunstancias, tal vez sea un buen momento para entrenar esas cosas que muchas veces ignoramos durante la temporada. Lo más habitual es centrar el entrenamiento en aspectos más tácticos y técnicos pero, ¿qué hacemos con el resto? ¿Qué hay de la parte psicológica? ¿Y la física, como sería el ganar fuerza? (¿Soy la única que no soporta hacer flexiones?).
    Vale, recapitulemos: el mundo se ha ido a la mierda y tú no puedes entrenar la parte más activa de tu deporte. Pero en lugar de estar parado, podrías darle una oportunidad a tu entrenamiento psicológico, ¿no te parece? El cerebro sigue estando siempre contigo, ¿o no? 😜 Esta vez no tienes la excusa de falta de tiempo, porque la parte psicológica del entrenamiento es tan importante como la física. Y no queremos ser crueles, pero la parte física, ahora mismo, no es una opción. ¿Por qué no nos das una oportunidad? 😉
    En general, en días como estos podemos hablaros de la técnica de la visualización, que no necesita de ningún tipo de ayuda externa para llevarla a cabo. Puedes probar a recordar una competición (si puedes, también te servirá verla en vídeo): con la mayor cantidad de detalles posibles. Puedes probar a analizar los aspectos psicológicos y técnicos que crees que podrías mejorar, y también conocer tus puntos fuertes para aprovecharlos al máximo. Spam: prueba a echarle un ojo a las demás entradas de nuestro blog, ¡tenemos una sección entera dedicada al entrenamiento de las variables individuales! Conocerse a uno mismo es fundamental, porque sólo así sabremos exactamente qué es lo que tenemos que trabajar y, sobre todo, cómo trabajarlo. Así aprovechamos nuestros puntos fuertes y eliminamos los débiles. Spam 2: en Instagram también tenemos algún juego para entrenar estas cositas... La visualización te permitirá seguir entrenando, aunque sea desde el sofá. Tampoco es taaaan terrible, ¿verdad que no? Luego sólo es cuestión de extrapolarlo al campo de entrenamiento. 
    ¡Pero además, esto no acaba aquí! Otra de las mil ventajas de la visualización es que permite incorporar mentalmente aspectos que tendremos que usar en nuestro deporte. Es entrenar con la imaginación y, por ende, ahorrarnos tiempo de entrenamiento "físico". Practicar ejercicios en solitario, en equipo, disfrutar... Incluso nos ayudará a tolerar mejor las emociones que nos aportará la mascarilla, muchas de ellas no precisamente agradables. 
    El entrenamiento psicológico no es algo sólo para los grandes deportistas, así que, ¿por qué no te animas a intentarlo? Verás que son los detalles así los que tornan grande a la gente corriente.

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