Imaginación.

    Según la RAE, la imaginación es la "Facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales." Y esta definición está directamente relacionada con la Psicología, ya que la palabra que se usaba en griego clásico para decir "alma" era la misma para "mente", a saber: ψυχή 🦋(o "psyché", si lo pasamos a caracteres latinos). Sí: de aquí obtenemos, sin ir más lejos, la palabra con la que nombramos la ciencia desde la que estamos trabajando aquí.

    En cualquier caso, en general la "imaginación" no es un término que nos resulte extraño, y es algo que podemos escuchar muy habitualmente en nuestro día a día. "Es que esta chica tiene muchísima imaginación". "Usa la imaginación". "Ya me lo imaginaba". 💫 Sed sinceros, ¿cuántas veces habéis escuchado o dicho algo por el estilo? 🙋 Ahora bien, llegados a este punto, os estaréis preguntando qué importancia tiene la imaginación para un deportista, porque normalmente esta variable se asocia más a otras profesiones como la del arte o la escritura. Y es que la imaginación, al final, implica poder ver imágenes en nuestro cerebro que nosotros hayamos creado voluntariamente. O incluso, crear cosas nuevas que no existen. Si analizamos esto en profundidad, veréis que es una cualidad más que importante para aumentar nuestro rendimiento.

    Observando estas dos características de la imaginación, podemos concluir que es la base de la visualización y de la creatividad, que son las dos variables que más van a ayudar a un deportista a aumentar su rendimiento.

    Aunque la creatividad también se pueda asociar a otros contextos diferentes al deportivo, al final se trata de una capacidad que nos permite dar respuestas diferentes a las habituales. Si retomamos las etimologías, "creatividad" proviene del verbo "crear". Y es que ser creativo puede ser muy importante en un contexto como el que encontramos durante una competición, cuando hay dos rivales (o más) enfrentados, que buscan conseguir el mismo objetivo. Por supuesto, la cantidad de creatividad que podemos añadir a nuestra actuación depende del deporte concreto que practiquemos, puesto que hay algunos más limitantes que otros. No obstante, en todos ellos la creatividad nos permitirá dar respuesta a los problemas que encontremos en todos ellos. Un combate en artes marciales, un regate en fútbol, un golpeo en voley... Si con nuestra respuesta conseguimos sorprender al rival, si logramos hacer algo que no se espera, es más probable que no pueda frenarnos y que, por ende, logremos añadir más puntuación a nuestro marcador.

    Y por el otro lado, tenemos la visualización, que no es una variable en sí, sino más bien una técnica de entrenamiento. Y es muy eficaz, si nos permites el apunte.

    La visualización es una especie de simulación mediante la cual, usando sólo la imaginación, se pueden entrenar conceptos técnicos y tácticos sin necesidad de utilizar nada más. Es decir, que gracias a esta técnica podríamos practicar cualquier deporte sin tener siquiera que levantarnos de la cama, y mentalmente tendría los mismos beneficios que realizar el ejercicio de forma física. Para que funcione, lo que haría falta es que el deportista esté relajado y que se imagine, con todo lujo de detalles, aquello que quiere entrenar, utilizando todos los canales sensoriales que pueda. Mediante esta técnica el deportista podrá, entre otras cosas (Weinberg y Gould, 2010):

1. Aprender nuevas habilidades y mejorar las ya conocidas: realizar los movimientos primero mentalmente facilitará realizarlos después físicamente.
2. Aumentar su motivación: ¿a quién no le gusta verse ganando un campeonato, aunque sea en imaginación?
3. Mejorar la concentración: la visualización nos ayuda a centrarnos sólo en las cosas que podemos controlar, que es donde más nos ayudará estar concentrados.
4. Reforzar la confianza: imaginarse haciendo bien algo que puede resultarnos complicado nos ayudará a creer que podemos hacerlo así, bien.
5. Controlar las respuestas emocionales y el nivel de activación: gracias a esta técnica, el deportista puede influirse a sí mismo una determinada emoción, y puede visualizar cuál será la respuesta más adecuada para una determinada situación.
6. Sobrellevar una lesión: porque la recuperación se acelera si se trabaja también con la visualización.

    No está mal para algo que se puede realizar tumbado, ¿eh? 💅 No obstante, para que la visualización sea realmente efectiva hay que entrenarla (igual que todo, me temo), de tal forma que se convierta en un recurso con el que el deportista pueda contar siempre, ya que no necesita de ninguna ayuda externa y se puede realizar en cualquier momento: antes, durante y después de la competición. Este entrenamiento es uno de los que más se realizan desde la Psicología del Deporte, y muchos deportistas hablan de lo útil que les resulta cuando preparan una competición.

    Así que ya veis: trabajar la imaginación también tiene muchas ventajas en el deporte, aunque sea un tema que no siempre tengamos muy presente cuando empezamos a competir.

    ¿Qué opinas? ¿Vas a dejar que todo siga igual o te animas a sumar esto a tus entrenamientos? 😁