Mito 4: Por qué Mr. Wonderful no es Psicología.

 


    Que sí, que vale, que tú puedes con todo, que hoy puede ser un gran día y que la vida es maravillosa. Y conste que nosotras no vamos a ser quienes digan lo contrario, ¿eh? Pero aunque una actitud positiva es necesaria para tener un buen rendimiento, no es suficiente: todo lo demás también hay que currárselo. 
    Es bastante habitual encontrarse a gente que cree que el trabajo del psicólogo del deporte es llegar al vestuario antes de la competición, soltar una charla improvisada en dos minutos y aumentar automáticamente la motivación y el rendimiento de los deportistas. Lo cual básicamente sería parecido a llenar el vestuario con pósteres de Mr. Wonderful, porque las dos cosas van a tener el mismo resultado. Es decir, ninguno. Vale que es algo que no va a restar, y quién sabe, quizá a alguien le llegue de alguna forma especial, pero el caso es que esto no es Psicología. Así que no esperéis que vuestro psicólogo del deporte haga algo así, al menos, no nada más llegar al equipo. Hay mucho trabajo que hacer antes de conseguir que una charla funcione. La única técnica 100% eficaz son horas y horas de esfuerzo que merecerán la pena, creednos. 
    No obstante, no negaremos que hay un mensaje que transmite Mr. Wonderful que sí es realmente importante: la actitud positiva son los cimientos sobre los que tenemos que hacer todo el trabajo. Cuando conseguimos tener un estado de ánimo positivo, el cuerpo entra en una frecuencia en la que asimila mejor todo el trabajo que llevemos a cabo, así que el esfuerzo dará mejores resultados. Aquí está el quid de la cuestión: la actitud positiva nos va a ayudar a mejorar el rendimiento, pero no es suficiente para ganar un campeonato. Aquí es donde hay que sumar todas las horas de entrenamiento, a todos los niveles. 
    ¿Y cómo conseguimos una actitud positiva? Pues la verdad es que depende un poco de cada deportista en concreto, por lo que no hay un consejo genérico que sirva para todos. El psicólogo, tras una larga fase de observación en la que ha aprendido la forma de trabajar del deportista y de todo el equipo que hay a su lado, podrá tener una idea sobre qué decirle y qué hacer para ayudarle a encontrar esta actitud positiva. Y aquí entra otro tema interesante: el psicólogo no es un amigo, ni actúa como tal. Porque podría parecer que animarnos es algo que hacer las personas que nos quieren, ¿no? Pero, ¿para qué contratar un psicólogo si todos tenemos amigos y familiares que nos apoyan? Pues muy simple: el punto de vista de la Psicología, las técnicas que va a utilizar, la perspectiva que va a usar... Todo esto es ciencia. El psicólogo actuará arropado por miles de estudios y miles de resultados que avalan que funciona lo que está haciendo. Es decir, no es un amigo que te está animando: es un profesional que sabe qué te ayudará a aumentar tu rendimiento
    En realidad, el verdadero trabajo del psicólogo es mucho más complejo de lo que podría parecer a simple vista, pero es que muchas veces el trabajo mental no se ve. Y aún así, todos los deportistas de alto rendimiento entrenan su psique de un modo u otro, buscando hacerse más fuertes y aprendiendo a enfrentarse de la forma más correcta posible a todos los retos que les presentará su deporte en particular y su vida en general. No olvidemos nunca que siempre hablamos de un entrenamiento que hay que trabajar igual que lo demás. 
    Y es que la Psicología no está ahí para decirnos que hoy será un gran día donde podrás ganar la competición. Lo que hace realmente es enseñarnos cómo inventarnos el buen día que necesitamos. 

Comentarios

Entradas populares