Tiro con Arco. Entrevista a Carlos Iglesias Martín.


    2020 International Antalya Challenge. Después de un año complicado por la pandemia, el tiro con arco ha podido regresar a los campeonatos internacionales: del 2 al 4 de octubre, Turquía acogió a los mejores arqueros de cada país, y les ofreció la oportunidad de volver a encontrarse en línea de tiro. 

    En el equipo español se encontraba Carlos Iglesias Martín, un joven de Salamanca (él diría de Peromingo), con un gran palmarés a sus espaldas. Después de prácticamente toda la vida inmerso en el tiro con arco, Carlos, a sus 21 años, se ha colgado medallas de oro regionales y nacionales, una plata europea e, incluso, se ha clasificado como el 32 del mundo. Este mes, sin ir más lejos, formó parte de la expedición a Turquía como miembro del equipo de arco recurvo masculino, donde finalizó el campeonato en el puesto 17. No está nada mal, ¿eh? 

    Desde Brenga, tenemos el orgullo de decir que Carlos nos ha concedido una gran entrevista, con todo lujo de detalles y un montón de anécdotas de muchísima calidad. ¿Te has preguntado alguna vez qué se le pasa por la cabeza a un arquero internacional? ¡No te lo pierdas! 

    Pregunta: Cuéntanos, ¿qué tal todo? El campeonato, la temporada en general... 

    Respuesta: Pues el campeonato contento, porque fue bien. Tiré a gusto. Tres pedetes pero bueno, es lo que hay en un campeonato, y creo que hice la segunda mejor marca de competición del año, así que guay.

    Y la temporada, pues de menos a más. De cagarla en el primero a acabar ganando el Campeonato de España. Así que guay. 

    Esta es una pregunta genérica. ¿Cuáles dirías que son las exigencias psicológicas de un deporte como el tiro con arco? 

    Uf, pues... Pues muchas, la verdad. La verdad es que tiene una exigencia psicológica grande. Sobre todo tener una cabeza muy fría. No calentarte mucho la cabeza cuando la cagas. Saber recomponerte rápido. 

    Hemos vivido una temporada muy incierta con este virus. ¿Cómo se enfrenta volver a una competición de alto nivel después de lo que hemos pasado? 

    Pues la verdad es que es incertidumbre, porque no sabes qué va a hacer el resto. Sabes el nivel que llevas tú, que ese es obviamente bajo en todo, pero no sabes a qué nivel... Cuánto han bajado de nivel los otros o incluso si han subido. O sea, es como que vas a lo que toque. Vas a la sorpresa. 

    ¿Es muy diferente a como era antes? ¿Se ha notado la presencia del virus en los campeonatos? 

    La verdad es que para mí ha sido comodidad, porque tirábamos en Turquía una persona por diana. Tenías una diana para ti solo, ibas y venías. Había un juez por cada cuatro dianas, que te tanteaba él en el papel, tú sólo manejabas la PDA, así que yo iba a mi rollo. No interactuabas con nadie. Vamos, hablar con los demás de España y tal, pero durante la tirada estaba yo solo con mi espacio, y la verdad es que muy a gusto. Pero sí que se nota porque falta mucha gente. Todavía hay mucho miedo, muchos países con miedo a salir y la gente... No te puedes relacionar con nadie, no puedes hablar con gente de otros países durante la competición, por ejemplo de técnica, de cómo están tirando o, si son colegas, hablar con ellos un rato. Y eso se nota mucho. 

    ¿Cómo preparas psicológicamente un campeonato así? 

    Puf... Pues la verdad es que yo, ahora, poco. Lo preparo poco psicológicamente porque me fío de mí. Simplemente. A lo mejor la semana previa... Sé que si hago bien mi trabajo físico y técnico, con pensar nada más en hacer mi trabajo, no calentarme la cabeza con "tengo que hacer tantos puntos, tengo que hacer menos o tal", me centro en hacer, por ejemplo... Durante la competición ésta, estaba pensando en mi técnica, en hacer una rutina. El día de antes del campeonato preparé una rutina con mi entrenador, con David, que era por ejemplo "colocar bien la mano de arco", "colocar bien los dedos de la cuerda", "subir con los dos brazos a la vez", "abrir despacito a una velocidad constante", "anclar bien", "mover hacia atrás" y "soltar bien pegadito a la cara". Y centrándome en lo que es la técnica, nada más, me quito de preocupaciones del exterior, como… Yo que sé, como “uno está hablando por detrás”, “me viene aire de no sé qué”, “voy a hacer mal lo del dedo”, “se me está resbalando tal”, “estoy mal colocado los pies”… La verdad es que ayuda mucho, porque te centras nada más en un, digamos, un foco de atención, que es ahora es la mano, ahora es la otra mano, ahora es voy a hacer esto… Y como me centro sólo en una cosa, no me da tiempo a despistarme con las del exterior.

    ¿Nos podrías contar algo de tu forma de entrenar la mente? Por ejemplo, si utilizas técnicas de relajación, de respiración, de visualización... La que sea. Bueno, esto de focalizar la atención cuenta como técnica, realmente.

    Sí, ¿no? Ahora hago muy poco. Cuando estaba en la Blume sí que trabajaba con psicólogos, pero ahora poco, la verdad. Sí que me gusta muchas veces ponerme en situación. Como en los entrenamientos, tener la cabeza como si estuviera compitiendo, ¿sabes? O sea, en el entrenamiento yo me imagino que estoy en una competición, que voy en tal posición y necesito apretar más. Que a lo mejor estoy entrenando eliminatorias yo solo, a lo mejor entrenando de tres en tres flechas para trabajar el ritmo de eliminatoria y tal, y me imagino que tengo que hacer un 30, o tengo que hacer en la última flecha que me queda un 10. No trabajo como tal técnicas de relajación, pero sí que me gusta ponerme, por ejemplo, pequeños retos psicológicos. “Tengo que hacer ahora un 10, sí o sí. Si no, vas a palmar”. Y, durante la competición, sí que trabajo mucho con la respiración y pulsaciones para relajarme, sobre todo antes de tirar, o cuando tiro una flecha un poco mal y tal, intento respirar bien, como nos enseñó la psicóloga que teníamos en Madrid al principio, María. Nos enseñó a respirar con el pecho, con la barriga, con la parte del medio y después utilizar los tres. Para relajarse antes de tirar a mí me funciona muy bien, porque me bajan las pulsaciones muy rápido. A mí me gusta sobre todo tirar con un nivel de activación que no sea… Ni estar que te la sude, ¿sabes? Ni estar nerviosísimo. Estar un pelín.  

    Si tuvieras que ponerle un número de 0 a 100, ¿cuál pondrías a este nivel de activación? Se supone, según la teoría, el 0 es un estado de coma y el 100 un estado de éxtasis extremo, o sea, casi morirte de infarto.

    Vale... Pues pongamos que el 50% es estar sentado en una silla tranquilo, ¿no? Un 65, menos del 70%. Entre el 65 y el 70%. Lo que es que no te la sude pero tampoco estar en un estado de activación ya de que notas, a lo mejor, un poquito de palpitación y tal. Lo justo para que te importe, para tener que hacer las cosas bien.

    Volviendo al campeonato. De repente te ves tirando en Turquía, como uno de los mejores arqueros de España, rodeado de algunos de los mejores arqueros del mundo. ¿Qué se te pasa por la cabeza en un momento así?

    No sé. Disfrutar. O sea… No sé. Yo, me lo dijeron y dije “pa’lante”. Y, a ver, es que mola, me mola mucho lo de la selección y me hace mucha ilusión ser selección española absoluta. Pero después sales, y estás allí… ¡Nespoli estaba en la piscina! Y estaba al lado nuestro, ¿sabes? Y hablas, y dices, y pasa y te saluda. En ese momento del campeonato, cuando más te impresiona, o sea, cuando más te sientes inferior a lo mejor es en una eliminatoria, o cuando llegas y los ves, pero después al final son gente que hablas de tú a tú. No me causa ninguna impresión. De hecho, en el campeonato, durante las eliminatorias, me falló que estaba demasiado tranquilo. O sea, no logré el nivel de activación ese que necesitaba, de que me importase algo demasiado. Y eso es lo que me lastró, pero... Mira, durante el round, estuve… Yo creo que era de los campeonatos que más tranquilo he tirado, esta temporada seguro, y creo que es… Entre el mundial del año pasado y este campeonato de Turquía, yo creo que son los dos campeonatos que más tranquilo he tirado en mi vida. He ido nada más a hacer mi trabajo y a disfrutar. Sobre todo disfrutar, porque el tiro con arco es lo que me gusta, y si vas a un sitio a sufrir, al final las cosas van a salir peor. Sólo hay que tomárselo con calma y decir, joder, hay que aprovechar las oportunidades que te da la vida y hacer las cosas bien. O sea, no vas a venir aquí a ponerte nervioso y después cagarla. Después te vas a estar arrepintiendo toda la vida. Vas, disfrutas, lo haces bien y te vuelves. 

    ¿Cómo describirías tu actuación en este campeonato? Más o menos ya me lo has dicho antes, pero si quieres añadir algo...

    Pues… Si te soy sincero, podría haber hecho más puntos. Si hubiese estado un poco más centrado en las tres que la cagué… En la primera hice 317. Empecé con un 50, un 51 y un 53, creo. El 50 y el 51 me lastraron muchísimo. Estuve el primer día entrenando bien, vamos, el día de entrenamientos, que fue el jueves, estaba entrenando en grupos de 56, 57, 56, 58, 57, 58… Unos grupitos como así –Carlos hace un gesto con las manos, formando un círculo con los dedos que prácticamente es el tamaño del centro de la diana-, de puta madre, me cargué una flecha y toda la leche. Estaba muy contento, estaba soltando muy bien, que yo suelto normalmente mal y me estaba saliendo la suelta así –Carlos hace el gesto de soltar la cuerda del arco-, bien pegadita, estaba acabando bien el tiro y tal. En los entrenamientos del mismo día, antes de empezar a competir, en el calentamiento estaba tirando bien. Y después empezó la competición y las dos primeras o tres entradas estaba como descentrado, estaba demasiado analítico, ¿sabes?, que llaman. Que es como que estás buscando constantemente fallos en tu técnica, y eso es lo que me lastró. Pero, a partir de ahí, empecé 53, 54, 55, 54… O sea, en una media que no está mal, ¿sabes? No es una maravilla, porque estaba en una media de 54 puntos, más o menos, pero contento. 

Y después la segunda tanda es la que más gusto me dio, porque estaba tirando para hacerme 330 fácil, porque estaba en una media de 55, 56, 55, tal… Y excepto una entrada, que me hice un 50, por… Un fallo, no sé si se me escapó un 6 o algo así. Pero en general estoy muy contento, porque técnicamente yo creo que es la mejor competición que he hecho esta temporada, junto con el clasificatorio. Y, psicológicamente, yo creo que bastante bien durante el round, porque recomponerme… A mí me cuesta mucho calmarme después de los fallos, me enfado mucho, y recomponerme como me recompuse, pues la verdad es que me parece un avance grande. –Risas-. ¡Encima en un campeonato internacional!

    ¿Se cumplieron los objetivos que te habías propuesto para este campeonato?

    Si te soy sincero, no llevaba ningún objetivo. Yo entrené muy duro, hablé con mis entrenadores y les dije "me acaban de llamar de la federación, que si quiero ir a Turquía. Ponme un entrenamiento para estar en forma en dos semanas". Le pregunté a David y me dijo “dale”. Dije vale, pues hazme un entrenamiento y le damos. Y llamé a mi preparador físico, y lo mismo. Y durante unas dos semanas me han puesto un entrenamiento de… de morir. De a lo mejor mañana y tarde, mañana y tarde, mañana y tarde, mañana y tarde… Y volver a casa, que te levantas cansado, esforzarte mucho, mucho, mucho… Y yo dije, mira, voy a hacer el entrenamiento y sé que voy a ir preparado porque me fío de mis entrenadores a muerte. Pongo la mano en el fuego por ellos. Y dije, si voy y hago mi trabajo, sé que va a salir, sé que las cosas salen. Dije, mira, lo hago, me esfuerzo, y lo mejor que se pueda hacer. No tenía ningún objetivo claro. Quería… Obviamente quería hacer una buena puntuación, por encima de 640, sabes, pero… Eso no es un objetivo que tuviese como diciendo “voy a entrenar para esto”. No, yo entrené para hacerlo lo mejor posible. La gente se pone objetivos rollo "no, quiero quedar tantos puestos, quiero tal, quiero hacer tantos puntos". No, yo dije "yo quiero hacerlo lo mejor posible".

    ¿Qué tres palabras utilizarías para describir este campeonato?

    Umm... Puf. ¿De la competición? Te puedo decir tranquilidad. Em... Tiré tranquilo. Tiré a gusto, sabes, no tiré forzado. Me lo pasé bien durante la competición.

    ¿Diversión? ¿Disfrutar? Tampoco es que me estuviese descojonando durante el campeonato. Sí que tuvimos un rato de risa, porque estábamos tirando y nos pusieron la Danza Kuduro, ¿sabes? Oyes a los cuatro de España "hostiaaa". Nos pusieron esa y un pasodoble torero, que nos descojonábamos. Nos ves a los cuatro bailando en la línea de tiro, en la competición.

    Pues mira, te podría decir tranquilidad sobre todo. Em... Disfrute, porque disfruté de la competición cosa que es difícil. Y... Compañerismo, te diría, porque era un grupo muy bueno. Íbamos Dani, Yun, dos chicos, Javi Mérida y uno que se llama Andrés Temiño, de Aragón. Eran novatos, y la verdad es que todo lo que necesitaban ellos, nosotros estábamos ahí para ellos, y ellos nos devolvían lo mismo. Ha sido como un “toma y daca” de compañerismo, sabes, un muy buen rollo. Si sabías que estaba uno mal, pues ibas a echarle una mano: “oye, ¿necesitas algo, tú que eres nuevo, tal, cual?” Y ellos al revés, si veían que habías tirado una mal, venían y te animaban un poquito, tal. La verdad es que compañerismo sobre todo. 

    Vale, y la pregunta difícil es que si podrías decir tres emociones de este campeonato. Realmente de estas tres palabras se pueden sacar emociones...

    Impotencia, te podría decir. En la eliminatoria que perdí, porque estaba tirando técnicamente súper bien y me estaba haciendo… La primera hice tres 8. Volví a hacer tres 8 en la segunda… Y después ya no sé qué hice, como que me centré e hice X, 10, 9, y 10, 9, 8, las dos últimas. Una la gané, y la otra me la ganó él por un punto, pero bueno. Así que te diría impotencia, eh…

    Impotencia, tranquilidad... Te podría decir que inseguridad, en algún momento. Porque estaba sin mi entrenador, pero vamos, es lo habitual en un campeonato internacional. Estaba Elías, y estaba Rubén, y estaba Agustín, pero a mí me gusta estar con mi entrenador, David. A mí me da un plus de seguridad brutal en una línea de tiro. Sólo con estar detrás, aunque no me diga nada, sólo con tener a David detrás yo estoy seguro en la línea de tiro.

    Te podría decir eso, tranquilidad seguro, porque tiré tranquilo. Impotencia cuando perdí. Y te podría decir satisfacción, cuando acabé el round con 325 y tirando bien, porque hice además una entrada... La última entrada creo que hice un 56 o así, y acabé con un 10, y un grupito así –vuelve a hacer el gesto con las manos, de juntar los dedos para dibujar un círculo-, y me acabé muy contento el round, la verdad. 

    Así que yo me quedaría con eso. Impotencia, la otra que te he dicho, no me acuerdo… Tranquilidad. Y satisfacción.

    Nosotras hemos imaginado que en un campeonato de tal nivel, en un país extranjero, se sienten un montón de cosas diferentes y que, además, la activación y los nervios aumentan. Vale, esto realmente nos lo has dicho antes, pero ¿cómo haces para controlar esto y tener buenos tiros? Has dicho respiración, antes...

    Sí, ¿no? Yo sobre todo me centro en mí. O sea, lo que haga el de al lado me la sopla de canto, ¿sabes? Durante el round. Lo primero que hago, sí que te lo puedo decir, es escuchar a Non Servium. Me pongo cinco minutos antes de empezar, me siento en una silla y me pongo Non Servium, que es mi grupo favorito. Escucho mi canción favorita, un par de veces sobre todo, pim, pim… Y busco alguna canción que me motive pero que no sea, que no sea especialmente… O sea, la que me gusta es muy fuerte, la escucho porque me motiva, pero después intento escuchar alguna canción que no sea… Que no tenga a lo mejor un estribillo como muy marcado, ¿sabes?, o muy corto y muy fuerte. Busco que tenga un estribillo un poquito largo y que no sea muy bestia. Entonces lo que hago normalmente es que, cuando entro a la línea de tiro, estoy cantándola. Y si es un estribillo un poco largo, que te da tiempo a ir pensando en el estribillo durante lo que dura todo el tiro, me ayuda a evadirme un montón. A lo mejor yo estoy tirando y a lo mejor me estoy dando cuenta de que se me está escapando este dedo, ¿sabes? Y ya para hacer que la cabeza vuelva a… Para que la cabeza no esté “en que este dedo se me está escapando”, y digo, pues mira, yo qué sé… Igual estoy escuchando una de Extremoduro y digo tiritiritirí… Y en lo que voy… Busco un estribillo un poquito largo para que me dé en lo que llego, tal, tal, muevo… Pum. Y tengo la cabeza centrada en el estribillo y no me entero de que se me está resbalando este dedo, por ejemplo. Y si no, estoy pensando que se me está resbalando, a lo mejor estoy haciendo un poquito más de fuerza… Y me sale la fuerza más esto, y no estás tan al litio.

    También eso, lo que te he dicho de la respiración. Y también me funciona muy bien lo de siempre, echarle muchos huevos. Decirme, yo soy de Peromingo, yo tengo más huevos que el caballo de Espartero. Y sí, simplemente, decir yo… Aquí yo soy más que tú, porque a mí me sale de las narices, ¿sabes? Y más que este italiano, y más que no sé quién. Y yo digo, pues esto es mío. O sea, yo aquí soy el mejor y nadie me va a decir que no. Y eso la verdad es que… Dices, me cago en diez, ahora te voy a hacer un puto 10. ¡Pum! Fuera. Ahí lo tienes. Y así. Y eso, a mí, me funciona. Pero a otro no sé. Yo sé cómo me funciona a mí. Ya sabes que soy muy bruto.

    Y poco más, no sé, en eliminatorias sobre todo entrar motivado, no entrar con miedo. Nunca. ¡Nunca entrar con miedo! Siempre entrar a… Aunque te toque con uno muy bueno, o como si te toca con uno muy malo. Siempre entrar con todo lo que tengas. Como si tienes cinco eliminatorias, pues las cinco las tienes que hacer a tope. Aunque acabes muerto de una, empezar la siguiente con todas las ganas. Eso marca una diferencia muy grande. Si entras, por ejemplo… Yo que sé. Me toca a mí tirar… Me llega a mí tirar, por ejemplo, yo quería tirar contra Nespoli, que estaba tirando en este campeonato. Si me hubiese tocado contra él, yo hubiera entrado a ganarle. Pero a ganarle como un rottweiler, a matarle. Igual que cuando me tocó con el primero, yo dije a este me lo pasó yo por donde yo te diga, ¿sabes? Y entré igual, a matarlo. Y eso, sobre todo, marca una diferencia muy grande. Porque si entras con miedo… Ya entras diciendo “ a ver qué se hace éste”, “ a ver qué tal”, “a ver que no sé qué…” “Y si me gana”, “ y si le gano yo ahora”, y tal… Eso, al final, la cabeza siempre está dando vueltas, pero… Yo creo que si llevo un pensamiento mucho más grande, como “voy a por él”, “tengo que ganarlo, sea como sea”... Yo creo que eso te quita de muchos problemas. 

    Y no sé, poco más, ya sabes que soy muy terco y no tengo… Mi cabeza hace “sí o no”.

    Entonces, ahora que han pasado algunos días desde el campeonato, ¿cambiarías algo?

    Las tres entradas que hice mal. La primera y la segunda del primer round. Y la… creo que es la cuarta del segundo round. Habérmelas planteado de otra manera, haber entrado a competir no queriendo hacer 60. Queriendo hacerlo bien, directamente. Y poco más. Poco más. Haber buscado algo que me hubiera dado un poquito de activación antes de las eliminatorias. Poco más. La verdad es que estoy satisfecho con el campeonato.

    ¿Cuál es tu mejor recuerdo de Turquía?

    Pues… Durante la competición, la última entrada del round. Y la penúltima tanda contra el italiano, que hice X, 10, 9 y acabé súper satisfecho. Hice casi un 30 muy bien. 

    Los entrenamientos del día previo de la competición, que tiré impresionante. 

    Y después, el equipo. El equipo y el grupo que teníamos de recurvo. Eso me quedo con ello pero 100%.

    Ahora que estamos al comienzo de una nueva temporada, ¿qué esperas de la misma? Ya de cara a lo que es la sala.

    Yo, si te digo la verdad, no espero nada, pero te digo que voy a ir a cuchillo. Al que tenga por delante, que se prepare este año. Ya he hablado con mis entrenadores y este año tengo pensado trabajar mucho, mucho más que el año pasado. Entrenar muy fuerte y darlo todo, todo, todo, todo en cada competición. O sea, cada competición acabar a menos diez de energía. No tengo ningún objetivo claro. Obviamente quiero hacerlo bien en los clasificatorios, pero no tengo un objetivo de, a lo mejor entrar entre los cuatro primeros, ni objetivos muy ambiciosos. Yo lo que tengo es un objetivo de disfrutar, sobre todo. Quiero disfrutar del tiro con arco, no ir sufriendo a un campeonato. Y hacerlo bien. Acabar satisfecho conmigo mismo. Obviamente tengo objetivos de campeonato, por ejemplo, en el Campeonato de España quiero hacer, tengo como objetivo entrar entre los cuatro primeros. O sea, entrar a semifinales, que siempre me quedo el puto quinto. Los clasificatorios, pues que las eliminatorias me vayan mejor que el año pasado, porque pingué un poco en las eliminatorias porque estaba como muy disperso el segundo día. Eh… Técnicamente, pues solucionar a lo mejor un poco lo de mi suelta, estas que hago así, pum, para fuera, pum. –Carlos hace el gesto de soltar-. La mía, la que tiene ya mi firma. Y no sé, lo que tengo de objetivo esta temporada es ir a cuchillo, con todo el mundo, con todo. Trabajar, sobre todo trabajar mucho.

    Vale. Esto es como lo que tú te has preparado. ¿Y qué tiene el 2021 para ti? Incluso un poco más a largo plazo, no sólo de...

    Yo de 2021 lo que pienso es que me tiene preparado un saco de bofetadas. Así te lo digo. Entonces yo creo que 2021 está ahí esperando a la vuelta de la esquina con un palo. 

    Este 2021 hay Juegos Olímpicos. Hay Campeonato de Europa, creo. Y habrá que hacer Campeonato del Mundo, porque se ha retrasado. Eh… Bueno, mi objetivo si te digo la verdad sería ser internacional en campo. O sea, es como el campeonato que quiero marcarme esta temporada. No creo que entrene demasiado campo, porque no creo que sea una disciplina que haga falta entrenarla demasiado, pero sí quiero hacerlo bien. Ir con la cabeza bien puesta en la técnica y poder hacer la mínima para el campeonato del mundo… O de Europa, no sé. Hay de los dos, creo. Ser internacional con la selección absoluta de campo. Y entrar, obviamente, al equipo B de precisión. Como estoy este año. Pero en vez, a lo mejor, el sexto que estoy ahora. Creo que estoy el sexto… Sexto o séptimo, no sé. Entrar un puesto más arriba. Quinto o sexto en los clasificatorios. No quedarme en los de abajo. Empezar a subir. Subir un escaloncito más. Sin prisa pero sin pausa. ¿Sabes? No pegar un salto de calidad brutal, que ojalá, pero, si se puede, subir un escaloncito. Poquito a poco. Y dentro de un par de años, estar asegurándome. En vez de pegar un salto muy grande y a lo mejor tambalearme, dar un paso pequeñito y permanecer estable.

    Vale. Pues, en principio, esto es. Si quieres contar alguna anécdota más, algo que digas "jo, pues me gustaría hablar de..." Yo qué sé.

    Pues... No sé. Te puedo decir que nos pegamos la fiesta padre cuando acabamos, pero poco más. Hasta que no estuve allí y terminé de competir, la verdad es que no me planteé hacer el gamba. Vamos, sí, obviamente sí que me planteo hacer el gamba constantemente, pero no como una opción seria. Yo… Había así como una discoteca por la noche, hasta las once de la noche, y obviamente yo estaba allí. Pero claro, me acostaba para dormir 7, 8 horas, que es lo que me gusta dormir a mí. Estás ahí, te bebías una Coca-Cola, bailabas con uno, para allí, hacías el tonto con otro de España, no sé qué, y a la cama. Pero lo que es plantearme hacer el gamba, hasta que no acabé de competir, nada. Yo estoy centrado en lo que tenía que estar centrado y dije, voy a hacerlo bien, que quede ahí marcado y después ya, cuando toque pasárselo bien, pues… Yo, el que más. 

    Ya poco más tengo que decir. ¡Si te he contado todo el viaje! -risas.

De nuevo, queremos aprovechar para agradecerle a Carlos Iglesias su tiempo, su paciencia y, sobre todo, habernos contado cosas tan interesantes. Apúntate que te debemos una cerveza 😉.

Comentarios

Entradas populares